Pones a sonar The Worse Things Get, The Harder I Fight, The Harder I Fight, The More I Love You y a la tercera canción, la tremebunda ‘Man’,ya estás por los suelos víctima de una sacudida de electricidad pelirroja.
Es cierto que después Neko Case se apiada un poco de ti mientras desenrolla con su voz opalescente y su hipnótico fraseo una imaginería que iguala lo siniestro y lo irónico, la cotidianidad y el absurdo, lo extraño y lo mundano como formas de ese todo que es la realidad circundante, caleidoscópica, tragicómica y terrible. «Y allí estas tú, en el borde del mundo», canta en ‘I’M From Nowhere’ con esa seguridad que estremece, como si te mirase con ojos de rayos X. Después de Middle Cyclone, un disco denso y absorbente que funcionaba como un manto, este parece más expuesto, más frontal. Quizás porque las canciones, caso de ‘Bracin for Sunday’ que apenas pasa de los dos minutos, están ajustadas, apretadas y afiladas; son un puño lleno de clavos que incluso en las canciones más acariciantes, la espectral evocación country de ‘Caling Cards’, lleva implícita de violencia y la agresión.
The Worse Things Get, The Harder I Fight, The Harder I Fight, The More I Love You es un disco de regreso desde un lugar muy oscuro, pero Neko Case no vuelve redimida y habiendo visto la luz, sino tras haber abrazado los demonios y aprendido de ellos la verdad. Es una vuelta furiosa y lúcida al tiempo, llena de humor negro y una perturbadora mezcla de alegría sonora y tenebrosidad que posee ya por completo el cancionero norteamericano y donde todo lo que suena lo hace a Neko Case.
La Voz de su Amo 